Quien está al frente de una empresa, sea del tipo y sector que sea, bien como Gerente, bien como personal directivo de la misma, puede cometer muy diversos errores que le pueden perjudicar a él y a su propia empresa. Sin duda se mezclarán éstos con sus éxitos y virtudes en la gestión, pero no por eso dejan de ser lunares en su trabajo diario.
Entre los posibles, destacamos el siguiente decálogo negativo, por ser bastante frecuentes en la gestión empresarial. Nuestra recomendación es que quien se vea retratado, total o parcialmente, debería hacer autocrítica de esta situación y ponerle remedio. Lo más normal es que obtenga, de este modo, un beneficio personal.
Errores básicos:
- No tener objetivos claros.
- Carecer de prioridades.
- No medir los trabajos que se realizan.
- Ser más “hacedor” que “director”.
- Escasa orientación al cliente.
- No captar las oportunidades de negocio.
- Funcionar por autoridad jerárquica.
- Decidir sin la suficiente información.
- Escasa sensibilidad hacia los colaboradores.
- Falta de afán por mejorar.
No tener objetivos claros:
Es el error más frecuente. Son muchos los directivos “veleta” que van por la vida profesional según les sople el viento, actúan por acontecimientos o por urgencias, no distinguen entre lo urgente y lo importante. Por supuesto, viven centrados en el corto plazo.
Carecer de prioridades:
Aspecto muy ligado con el apartado anterior. Quienes no tienen objetivos tampoco tienen prioridades y, en consecuencia, no saben centrarse en lo principal, en aquellas acciones que les aportan un mayor valor añadido. Viven sumergidos en la permanente trampa de la actividad y gestionan su tiempo por urgencias.
No medir los trabajos que se realizan:
No hay progreso sin medida. Por ello, la única forma de saber si hemos logrado nuestros propósitos es midiéndolos con indicadores determinados al afecto y comparándolos con los objetivos establecidos.
Comentario:
Existen muchos factores los cuales no permiten que progrese alguna empresa o un proyecto, ahí que conocer todos las deficiencias las cuales podamos tener para ver como solucionarla, en caso de tener alguna barrera debemos de ver mas haya para solucionarla.
En el último párrafo, en la última oración, no es haya, es allá.
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